Los trastornos alimenticios, conocidos también como trastornos del apetito, son condiciones de salud mental que implican una perturbación en los comportamientos alimenticios. Quienes padecen estos trastornos suelen experimentar emociones angustiantes asociadas con la comida y sienten la necesidad de controlar estrictamente su consumo. Los comportamientos de alimentación desordenada pueden incluir la restricción alimentaria, la alimentación irregular y la alimentación compulsiva.
¿Cuáles son los síntomas de los trastornos alimenticios?
Los síntomas de un trastorno alimenticio pueden variar según el tipo, pero los más comunes incluyen:
- Hábitos alimenticios estrictos y consumo repetitivo de los mismos alimentos
- Evitar situaciones sociales que involucren comida
- Ejercicio excesivo y obsesión con el peso y la apariencia
- Sentimientos de culpa relacionados con la comida
- Restricción de alimentos y consumo mínimo
- Atracones de comida
- Purgas
- Cambios de humor y baja autoestima
- Cambios dramáticos de peso
- Uso indebido de medicamentos para intentar perder peso
Tipos de trastornos alimenticios
Existen varios tipos de trastornos alimenticios, siendo los más comunes:
- Anorexia nerviosa: control obsesivo del peso mediante la restricción alimentaria y/o el exceso de ejercicio.
- Bulimia: pérdida de control sobre la ingesta de alimentos seguido de acciones extremas para evitar el aumento de peso.
- Trastorno por atracón (BED): pérdida de control y consumo excesivo de alimentos hasta sentirse incómodamente lleno.
- Trastorno de la ingesta de alimentos restrictiva evitativa (ARFID): evitación de ciertos tipos de alimentos o restricción general del consumo de alimentos.
- Trastornos alimenticios atípicos (también conocidos como trastorno alimentario especificado de otro modo [OSFED]): cuando un individuo tiene un trastorno alimenticio que no cumple con los criterios específicos de un trastorno alimenticio concreto.
¿Qué causa los trastornos alimenticios?
No se sabe con certeza por qué una persona desarrolla un trastorno alimenticio. Sin embargo, existe una relación compleja entre rasgos predisponentes, factores desencadenantes y retroalimentación negativa o positiva en relación con hábitos destinados a la pérdida de peso. La investigación muestra que las personas pueden estar predispuestas a desarrollar trastornos alimenticios si:
- Ellos o un familiar tienen antecedentes de trastornos alimenticios, depresión o adicción al alcohol o drogas
- Han recibido comentarios negativos sobre su tamaño o forma corporal, o críticas sobre sus hábitos alimenticios
- Tienen presiones externas o influencias debido a su trabajo
- Sufren de ansiedad o baja autoestima
- Tienen una personalidad obsesiva o buscan la perfección (incluso cuando es irreal)
- Han sufrido abuso sexual
Diagnóstico de los trastornos alimenticios
El diagnóstico se realiza mediante una evaluación de un médico general que revisa cómo se siente el paciente, sus hábitos alimenticios, altura y peso. Posteriormente, puede derivar al paciente a un especialista o a un equipo especializado en trastornos alimenticios para obtener más apoyo, dependiendo de la gravedad de la condición.
Tratamiento para los trastornos alimenticios
La recuperación de un trastorno alimenticio puede ser desafiante y un proceso largo, pero cuanto antes la persona afectada busque ayuda y reciba el apoyo necesario, mejor será el pronóstico. No hay un único tratamiento para todos los trastornos alimenticios, y el apoyo necesario dependerá de la gravedad de la situación y del tipo de trastorno alimenticio. La recuperación a menudo implica tratar de consumir un patrón alimenticio equilibrado y abordar cualquier problema psicológico subyacente.
Trastornos alimenticios y cannabis medicinal
La investigación sobre el efecto del cannabis medicinal en la bulimia es limitada. Sin embargo, tras la legalización del cannabis para fines médicos en 2018, ha habido un aumento en personas que buscan cannabis medicinal. Cuando las terapias de primera línea no han demostrado ser efectivas para reducir los síntomas, el cannabis medicinal puede considerarse una opción para la bulimia.
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